Educación Universitaria en Emergencias
“En las situaciones de conflicto y crisis, la educación superior es un potente impulsor del cambio, alberga y protege a un grupo esencial de hombres y mujeres jóvenes manteniendo su esperanza con respecto al futuro, fomenta la inclusión y la no discriminación y actúa como catalizador para la recuperación y reconstrucción de los países que salen de un conflicto.”
Declaración de Nueva York para los Refugiados y Migrantes.

El término “Educación Universitaria en Emergencias” ha sido acuñado principalmente por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) para referirse a las oportunidades de educación superior que brindan protección internacional para jóvenes desplazados y refugiados viviendo en entornos afectados por conflictos armados, desastres naturales o violencia generalizada alrededor del mundo.

En la actualidad este tema cobra relevancia debido a que, hoy más que nunca, la población joven en el mundo es la más alta que ha existido en la historia. Sin embargo, de los 1.8 billones de jovenes, 600 millones de ellos se encuentran viviendo en entornos afectados por conflictos. El ACNUR reconoce que existen muy pocos programas que brinden educación superior en emergencias comparado con los programas de educación básica, y una clara evidencia de ello es que solamente el 3% de los refugiados tienen acceso a la educación superior.

La juventud viviendo en lugares de conflictos es sumamente vulnerable debido a que es un grupo que corre el riesgo de ser reclutada, ya sea por sus gobiernos o de manera forzada por grupos armados. Esto genera una clara fuga y desperdicio de talento que es vital para la futura reconstrucción de los países afectados por crisis.

La importancia de facilitar el acceso de los jóvenes a la educación superior se ve reflejado en la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, particularmente en el ODS 4.3, el cual busca garantizar, de aquí a 2030, el acceso igualitario de todos los hombres y las mujeres a una formación técnica, profesional y superior de calidad, incluida la enseñanza universitaria.

Asimismo, el otorgamiento de becas es una de las vías complementarias al reasentamiento de las personas refugiadas establecidas en el Pacto Mundial sobre Refugiados. Es por esto que es de vital importancia que los gobiernos del mundo, así como la iniciativa privada y miembros de la sociedad civil trabajen en conjunto para facilitar a los jóvenes refugiados el acceso a la educación universitaria.